jueves, 2 de junio de 2011

Algo se nos ha escapado. Katya Adaui. Borrador Editores, Lima, 2011. 164 pp.

La creación literaria puede ser producto del ejercicio de entrever o vislumbrar, pero lo maravilloso es cuando el creador consigue hallar desde dicha práctica los pilares mínimos de la realidad para brindarla en su total intensidad y textura. Katya Adaui ha descubierto las secretas combinaciones de este mecanismo que permite enfocar y velar personas, historias y temas en el plano narrativo, pero Algo se nos ha escapado es una propuesta mucho más ambiciosa, sobre todo las ficciones breves que contrapuntean en esta colección de relatos.

jueves, 28 de abril de 2011

Lluvia ácida. Francisco Muñoz Soler. Vicio Perpetuo Vicio Perfecto, Lima, 2011. 60 pp.

El mundo puede ser reinventado desde un caos apocalíptico o a partir de una candorosa inocencia. En Lluvia ácida, Francisco Muñoz Soler intenta una pormenorizada reconstrucción con el tiempo en contra, pero con las palabras que siembran vida a su favor. Sobre esta plataforma poética, el cuerpo, el hogar y la noche son los espacios propicios para hallar a los personajes que se esconden en el recuerdo o en el recodo de un viejo sueño. Así se dibuja una imagen que el lector cumple con colorear.

miércoles, 20 de abril de 2011

Margarita no quiere crecer. Julia Wong. Borrador Editores, Lima, 2011. 74 pp.

Trazar las coordenadas de la existencia sin asfixiar al lector con recursos sensibleros resulta una virtud en estos tiempos de soluciones a la medida y de pragmatismo exacerbado. Margarita no quiere crecer es mucho más que la reunión de cinco relatos encabezados por el cuento del mismo nombre. De hecho, es el inteligente resultado de la madurez poética trasvasada al país de la prosa, donde las fronteras son los límites simbólicos entre la tradición y la renovación, la muerte y la posibilidad de continuar siendo en los otros, la verdad y la crisis de los principios.

jueves, 14 de abril de 2011

Romina. Fortunata Barrios. Alfaguara, Lima, 2011. 94 pp.

Entre el deseo ponderado y el furor uterino, la exitosa Romina, al cabo de pocos días, es capaz de liberarse de casi todos los prejuicios que suelen maniatar sexualmente a una limeña soltera y con compromiso de NSE A o B. Pero Romina es, sobre todo, una narración en la que Fortunata Barrios plasma las fantasías sexuales básicas de una clase pudiente que vive insatisfecha por muros de contención generados por un estricto código de éxito, en la que la fidelidad se desmorona ante la lealtad con uno mismo.

jueves, 17 de marzo de 2011

Sagrado corazón. César Ángeles. Tranvías Editores-Posición Editores, Lima, 2010

Entre los crímenes más atroces, el parricidio sería el que más azoramiento genera. El escritor César Ángeles puede dar fe de ello, como queda registrado en Sagrado corazón, ficción poética que se entremete en los hilos que moverían particularmente al matricidio. Para ello, el poeta asume la voz asesina, que confiesa y declara, que se afila, avanza y acuchilla, que se deshace ante la sangre derramada. Y Ángeles, que evita el melodrama amarillento, especula sobre los móviles.

jueves, 20 de enero de 2011

Una mesa en la espesura del bosque. Carlos López Degregori. Peisa, Lima, 2010. 88 pp.

Con la realidad resumida en un verso adánico —«sólo tú me eres idéntico»—, Carlos López Degregori cierra Una mesa en la espesura del bosque, libro que penetra las zonas más rebeldes del hombre, para liberarlo palabra tras palabra de una vida predecible y monótona. En esta recomposición de la existencia, los actos humanos —repensados en su más absoluta simpleza hasta un punto de suma complejidad simbólica— se amoldan a escenarios tan plásticos como irreales y cobran una significancia estremecedora.

jueves, 16 de diciembre de 2010

La cacería de Orson. José Gabriel Ortega. Grupo Editorial Mesa Redonda, Lima, 2010. 188 pp.

Desparpajo y barbarie son el horario y el minutero del tiempo circular-escolar —de alumnos y profesores— que despliega José Gabriel Ortega en su primer libro, la colección de cuentos La cacería de Orson. Pero es, sin duda, el desconcertante segundero el que marca el precipitado ritmo de una obra que apuesta a todo riesgo por someter sin pudor ni prudencia a sus personajes, bajo una pluma impetuosa, en los límites de lo razonable, lo permitido y lo apropiado, hasta el punto de lo paroxístico.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Fundación de la niebla. Ernesto Carrión. Cascahuesos Editores, Arequipa, 2010. 76 pp.

Arriba es como abajo y abajo es como arriba, postula uno de los principios de la tradición esotérica. Esta cosmovisión ancestral explica, en gran medida, la proyección de la estética de Fundación de la niebla del ecuatoriano Ernesto Carrión, una poética erigida sobre el terreno de los contrastes: anverso y reverso, en el plano terrenal del cuerpo, y cierta simetría en el eje espiritual de la obra, donde la palabra conduce al conocimiento a través de una suerte de regurgitación semántica.

jueves, 21 de octubre de 2010

Umbrales y márgenes. L.F. Chueca, J. Güich, C. López Degregori, A. Susti. Fondo Editorial de la Universidad de Lima, Lima, 2010. 288 pp.

Luis Fernando Chueca, José Güich, Carlos López Degregori y Alejandro Susti demuestran nuevamente que la reunión intelectual es superior a la suma de los efectos individuales. Umbrales y márgenes tiene todas las características, como lo precisa el subtítulo, para convertirse en un libro de referencia para el poema en prosa en el Perú, pues además del aporte científico, cada capítulo ofrece una sobria y elegante reflexión literaria, propia del género ensayo.

jueves, 7 de octubre de 2010

La venganza de los monos mecanógrafos. George Clarke. Azul Editores, Lima, 2010. 122 pp.

Las etiquetas sobran en el caso de La venganza de los monos mecanógrafos del británico George Clarke. Está clara la intención poética del libro, pero se trata, en realidad, de una historia —sin fechas ni otras referencias típicas del registro científico— de la (in)humanidad. Hasta cierto punto, podría ser una novela sin protagonistas en el sentido clásico del género, pero es mejor pensar esta obra como una colección de ficciones breves en las que el renglón aparenta ser verso o reverso del universo.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Lima Mala. José Antonio Galloso. Alfaguara-Serie Roja, Lima, 2010. 180 pp.

Los jóvenes —en particular, los adolescentes— son sujetos idóneos para enmarcar en situaciones cotidianas, sin que ello implique historias con desarrollos previsibles o finales anunciados. José Antonio Galloso, en Lima Mala, es un decidido narrador de contrastes, que se regocija en llevar a esta clase de personajes hasta los límites de su naturaleza para mostrar que no todo está escrito: que el destino sería una patraña y que la libertad es posible aun en un mundo gobernado por seres cuadriculados.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Geometría moral. Luis Carlos Mussó. Cascahuesos Editores, Arequipa, 2010. 64 pp.

Con el título Geometría moral, su autor, el poeta ecuatoriano Luis Carlos Mussó, estaría llamando la atención sobre una suerte de arte cuya naturaleza es enfrentar lo físico, trascender la materia y ensalzar lo intangible. Estructurado en cuatro partes, el poemario tiene un inicio de ecos edénicos. “El árbol del bien y el mal”, la primera parte, agrupa once poemas en prosa que relatan la irrupción de la luz en un mundo que se transforma, en un sistema solar que se resume en un mero punto.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Garfirio. Álvaro Guzmán. Lima, Tranvías Editores, 2010.

Garfirio existe mientras se lee Garfirio. Visto así, se trata de un poemario que irradia una existencia sostenida en palabras ajustadas al mito poético, a la leyenda narrativa y a la devoción por la sonoridad. Álvaro Guzmán, su autor, por momentos solemne y sentencioso desde lo lúdico, no obstante su deliberado afán por mostrar las costuras de su invento, lleva al verbo hasta los límites de su fuste, con un resultado particularmente extraño e inquietante, “para invocar ilúmbras de mayor fuerza” (p. 15).

jueves, 26 de agosto de 2010

La belleza no es un lugar. Juan Carlos de la Fuente. Lima, Carpe Diem Editora, 2010. 136 pp.

Con una sugerida utopía incrustada en el título, Juan Carlos de la Fuente exuda imágenes aparentemente clásicas que, aparte de no caer ni resbalar en lugares comunes, evitan la retórica del lirismo automático al que suele ser proclive el verso corto. La belleza no es un lugar es un libro maduro, dividido en cuatro secciones. Y como la rosa náutica, conjuga direcciones: la sabiduría oriental y la ironía occidental, evocando cierta polaridad entre un norte paradójico y un sur coherente, como base de una cosmovisión.

jueves, 12 de agosto de 2010

Amaranth precedido de Amastris. Roger Santiváñez. Madrid, Ediciones Amargord, 2010. 86 pp.

El mito, cuando no es mera referencia, resulta ser una pulsión sobrecogedora. Roger Santiváñez, que sabe bien de esto, prensa este enfoque y da a luz Amaranth precedido de Amastris, poemarios siameses: Amastris (el equilibrio) y Amaranth (el extremo), que en realidad es como el primero, pero con un giro semejante al plano aberrante que utilizan los cineastas para transmitir crisis. En este escenario de opuestos complementarios, el lector traza líneas entre un punto y otro, e infiere no pocas constelaciones.

viernes, 30 de julio de 2010

Del otro lado. Martín Eduardo Rojo. Lima, Bruño, 2010. 138 pp.

El misterio y la fantasía parecen ser los principales ejes de Del otro lado de Martín Eduardo Rojo. Sin embargo, esta colección de diez relatos, que atenta contra la razón del común de los individuos sin ninguna compasión de orden lógica, haya las fisuras más fascinantes de la experiencia humana para exponerlas en una cotidianeidad que de pronto se interrumpe para mostrar el verdadero brillo del libre albedrío y, desde esto, apreciar la relevancia y efectividad del ejercicio de la libertad.

jueves, 15 de julio de 2010

En mi callar hay un mundo. Jorge Díaz Untiveros. Lima, Rayuela, 2010. 40 pp.


Para subvertir el orden no basta con ser anarquista o iconoclasta. Jorge Díaz Untiveros opta también por la ironía teñida con cierto brillo lúdico. Esta combinación nociva y fascinante es una bomba verbal diseñada para estallar cuando uno menos lo espera. Así, desde la entrada de En mi callar hay un mundo, titulada “Arte poética”, el autor dinamita sin reparos una de las metáforas más arraigadas de la tradición literaria, dejando atónito a todo tipo de lector, entre espinas y pétalos esparcidos.

jueves, 1 de julio de 2010

Estación final. Hugo Coya. Fotografías de Marina García Burgos. Lima, Aguilar, 2010. 158 pp.

Si bien la crónica luce cuantitativamente menor ante un reportaje periodístico, aquella goza de un aura de dominio narrativo que el otro género no le interesa emular. Por ello, es en la crónica donde el periodista se siente “literariamente” a sus anchas, y al igual que el escritor de ficción, busca alcanzar una verdad tan compleja como esquiva. En este telón de fondo brilla Estación final de Hugo Coya, reunión de siete crónicas que nos aproximan a los horrores que sufrieron algunos peruanos de mano de los nazis.

jueves, 17 de junio de 2010

Poquita fe y otros poemas perdidos y encontrados. Augusto Rubio Acosta. Huancayo, Bisagra Editores, 2010. 106 pp.

Dividido en cuatro secciones articuladas como círculos concéntricos, Poquita fe y otros poemas perdidos y encontrados de Augusto Rubio Acosta es la suma de una visión que integra y, paradójicamente, fragmenta, es decir, agrupa y dispersa en una sola maniobra verbal el desprecio de lo bien visto, pero anhelando lo bello, en subversiva estética. La cita, el sueño y el deseo mezclan su naturaleza y continuidad en un fluido discurso en minúsculas del que no se salvan ni los nombres propios, con lo cual los homenajes poéticos son melodiosas notas de la tradición.

jueves, 10 de junio de 2010

Rutina. Luis Augusto Quimper. Piura, Pluma Libre, 2010. 98 pp.

Sobre la base de un estilo desenfadado, Luis Augusto Quimper ha trazado diez historias que plantean la tentación de franquear la (a veces) imperceptible frontera que separa una vida ordenada, pero ordinaria, de una existencia intensa, aunque no necesariamente feliz. Y no obstante que Rutina está en las antípodas de los libros de autoayuda, cierto espíritu aleccionador —que se equilibra con generosa ironía y cinismo (en el sentido más clásico)— emerge para conmover y fascinar.

jueves, 3 de junio de 2010

Tinta expresa. Revista de literatura. Lima, año 4, n.º 4 , 2010. 276 pp.

Dirigida por Elton Honores, Álex Morillo y Carlos Capellino, Tinta expresa ofrece, en su reciente cuarta edición, aparte de los interesantes temas en los que suelen ahondar las publicaciones de milagrosa aparición, oportunos aportes que amplían el horizonte literario nacional. Sin duda, uno de estos es el dossier José B. Adolph, preparado por Honores, el cual está precedido por cuatro textos que examinan diferentes aspectos de la siempre cautivante obra de este escritor que nació alemán y murió peruano.

jueves, 27 de mayo de 2010

Cortometraje. Yuri Vásquez. Arequipa, Cascahuesos, 2010. 116 pp.

Cortometraje es la clase de libro con el encanto de cautivar por diversos detalles que aparentan quedar suspendidos entre una historia y otra, pero que en determinado momento, como la condensación que genera la lluvia, cobran un sentido mayor. Esto indica cómo Yuri Vásquez, el autor de esta colección de catorce relatos, despliega una estrategia narrativa que atiende la parte y el todo, con lo cual crea una unidad que enfoca rítmicamente para resaltar lo deseado y no para borrar o difuminar el fondo.

jueves, 20 de mayo de 2010

Tricia. La niña que aprendió a volar. Patricia López. Ilustraciones de Luis Morocho. Lima, La Puerta Encantada-Bruño, 2010. 24 pp.

El poder de la imaginación no tiene límites. Esta es la lección tácita de Tricia. La niña que aprendió a volar, historia para pequeños escrita por Patricia López e ilustrada por Luis Morocho. Pero esta no es la única lección de este libro de tapa dura y entrañables imágenes; la autora ha puesto la solución del conflicto —el querer volar— en una actividad fundamental para superar gran parte de los principales problemas que agobian a la humanidad: la lectura. Solución sin recetas mágicas.

jueves, 13 de mayo de 2010

Pièces. Ricardo Sumalavia. Traducción al francés de Robert Amutio. Burdeos, Cataplum-Éditions, 2010. 4ª edición. 64 pp.

Toda traducción, dicen, es una traición. Pero esta afirmación, a la luz de Pièces de Ricardo Sumalavia, se desmorona palabra tras palabra, por la bella reescritura en lengua francesa que ha llevado a cabo Robert Amutio. Esto se percibe desde la portada: el título original del libro —Habitaciones (Lima, 1993)—, que alude a la interioridad e intimidad, ha ganado, sin traicionar este espíritu del espacio personal, privado y propio, las acepciones de parte de un artefacto y de obra literaria.

jueves, 6 de mayo de 2010

Diccionario de peruanos inolvidables. Personajes hilarantes de un país extravagante. Nicolás Yerovi. Lima, Planeta, 2010. 224 pp.

Con mucho afán y talento,

llega Yerovi contento,

trayendo bajo la manga,

versos con ají en cachanga.

Octavillas y octosílabos

qué poeta el buen Yerovi

de otorongos que yo vi

saca la mugre en sus sílabos.


Reseña impresa

jueves, 15 de abril de 2010

Libro del Sol y otros poemas. Josemári Recalde. Lima, Intermezzo Tropical, 2009. 98 pp.

La partida de Josemári Recalde, si se lee con atención Libro del Sol y otros poemas, es en realidad —una realidad mística, por cierto— un regreso. Por ello, la segunda edición de este libro, con veintitrés textos “nuevos” (que justifican la adición de “y otros poemas” al título original), es un retorno del poeta a su niñez, pero sobre todo a los ritos que trasuntan la cosmovisión amazónica, atado de revelaciones que se arraiga a una poética encaminada hacia la indagación simbolista de la verdad.

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jueves, 8 de abril de 2010

Asamblea portátil. Muestrario de narradores iberoamericanos. Autores varios. Selección y prólogo de Salvador Luis. Lima, Casatomada, 2009. 286 pp.

El ejercicio de especular quiénes quedaron fuera de una antología quizá sea lo más interesante, aunque el verdadero aporte esté en el resultado del “algoritmo” que empleó su organizador. Lo más probable es que Salvador Luis —seleccionador de “Asamblea portátil”—, ante lo bueno, lo feo y lo malo de los narradores iberoamericanos nacidos entre 1974 y 1987, se haya centrado (más que en su buen gusto) en la necesidad literaria de mostrar lo que pergeña un escritor iberoamericano que frisa los 30 años.

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miércoles, 31 de marzo de 2010

Poesía vanguardista peruana. Autores varios. Edición, prólogo y bibliografía de Luis Fernando Chueca. Lima, PUCP, 2010. Dos tomos, 1.102 pp.

Luis Fernando Chueca ha reunido, bajo el título de “Poesía vanguardista peruana”, nada menos que once poemarios clave de la vanguardia nacional, producida entre 1922 y 1939: Trilce de C. Vallejo, El perfil de frente de J.L. Velázquez, Ande de A. Peralta, Una esperanza i el mar de M. Portal, 5 metros de poemas de C. Oquendo de Amat, Descripción del cielo de A. Hidalgo y Poemas vanguardistas de M. Adán (primer volumen), y Hollywood de X. Abril, Cinema de los sentidos puros de E. Peña Barrenechea, Abolición de la muerte de E.A. Westphalen y La tortuga ecuestre de C. Moro (segundo volumen).

jueves, 25 de marzo de 2010

Playas. Carlos Calderón Fajardo. Lima, Borrador Editores, 2010. 148 pp.

Playas de Carlos Calderón Fajardo es la reunión entre el ejercicio de la ficción y la reflexión sobre esta, que el lector halla en dos partes muy bien diferenciadas, como la arena y el mar, que en lenguaje del autor se titulan Del Mar Cercano (15 cuentos) y La Playa de la Familia Mussolini (18 textos), respectivamente. Esta dualidad, nueva en su presentación, es una antigua marca de Calderón Fajardo, quien siempre se preocupó en insertar el pensamiento como clave desencadenante en sus cuentos.

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jueves, 18 de marzo de 2010

Humo de incendios lejanos. Eduardo Chirinos. Lima, Mesa Redonda, 2010. 100 pp.

En Humo de incendios lejanos los números son valiosos. Estos obedecen a un sentido que se sustenta en una historia de la poesía, en una narración que paradójicamente no relata sino que descorre una y otra vez un aserto con carga de belleza y verdad, como variable algebraica de una extensa ecuación poética que da un resultado sorprendente. Son 12 poemas de 10 estrofas cada uno, más un poema que se autoexcluye, para coronarse como un 13 autónomo que titula al conjunto con su sobria atipicidad.

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jueves, 11 de marzo de 2010

Peruanas ilustres. Alejandro Neyra. Lima, Solar, 2009. 130 pp.

Nada más serio que el humorismo de Alejandro Neyra. En Peruanas ilustres exhibe una vez más su capacidad para presentar, aludir o comentar la realidad peruana de ayer, hoy y mañana, resaltando el lado risueño, ridículo y absurdo de la peruanidad. Pero tanto su agudeza como su sensibilidad frenan a tiempo lo que podría convertirse en melcochiste o metachongo narrativo. De hecho, sus crónicas y biografías ficticias destilan una intención mayor que la de buscar que el lector prorrumpa en carcajadas.

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jueves, 4 de marzo de 2010

Tren bala. Pablo Guevara. Lima, Colección Homúnculus Sansor-Editorial San Marcos-Centro Cultural de España, 2009. 78 pp.

El tiempo se hace espacio a una gran velocidad, y viceversa y con la misma aceleración. El tiempo deviene en pregunta, palabra encabalgada y pregunta de pregunta, y las posibles respuestas apenas se logran entrever. Y el tiempo, de pronto, se encarrila. Tren bala de Pablo Guevara —quinto poemario póstumo del poeta— engloba dos secciones —«Montañas» y «Tren Bala»— que, además de ser dos libros, son opuestos complementarios que muestran, desde su confrontación, la diversidad y la unidad, respectivamente.

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jueves, 25 de febrero de 2010

La prosperidad reclusa. Orlando Mazeyra. Arequipa, Cascahuesos Editores, 2009. 134 pp.

En ocasiones, se tiene la impresión de que hay historias sinuosas que buscarían ser narradas por escritores de cierto temple para resolver las situaciones límite que —soterradamente— conllevan. Los 23 relatos que Orlando Mazeyra ha reunido con el título de La prosperidad reclusa estarían hechos de esa materia tan peligrosa, más aun si esta se manipula en el ámbito de la metaficción literaria, donde el autor corre el riesgo adicional de entramparse en su proyección o diluirse en su propia elusión.

jueves, 11 de febrero de 2010

Postpop. Luisa Fernanda Lindo. Lima, Lustraeditores, 2009. 32 pp. y CD de nueve pistas

La versión libro de Postpop, que carece de las estridencias, ecos y diluciones melódicas del CD-poemario, es una pieza gráfica que anticipa o previene al lector de los latidos y explosiones que se ocultan acústicamente en el relato poético que propone Luisa Fernanda Lindo. Y entre las voces que reptan y marcan territorio, para asentar un discurso alternativo a la historia oficial, la autora registra cómo la realidad va siendo tomada, como la casa en el famoso cuento, ante el miedo que paraliza.

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jueves, 28 de enero de 2010

Los planos de la casa de agua. Alicia del Águila. Lima, Tranvías Editores, 2009. 42 pp.

Nada más sugestivo que el agua: metáfora, imagen y símbolo del devenir y de lo vital. Desde Heráclito —y su maestro, para quien el agua era el origen de todas las cosas—, este elemento constituye en algún grado todo lo que se ve y toca, se oye, huele y degusta. Alicia del Águila, en su ópera prima, Los planos de la casa de agua, incide en estos aspectos filosóficos y biológicos, pero también hurga en otros pliegues y pliegos de igual trascendencia.

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jueves, 21 de enero de 2010

No mires atrás. María Luisa del Río. Lima, Solar, 2009. 132 pp.

Como la advertencia bíblica, No mires atrás es una prohibición que invita a hacer todo lo contrario: recordar, recobrar y retornar, sin dejar de ver ni de observar. Eso jamás, pues se trata de la mirada que desnuda, que se “morbosea” en los detalles, en la locución precisa, en el registro exacto, en el error correcto. Y María Luisa del Río, la autora, se solaza en la contradicción literaria sobre la que se asientan sus microrrelatos por ser hechos vitales que se niegan a ser ficción o metáfora.

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jueves, 14 de enero de 2010

Danza finita. Stanley Vega. Lima, Hipocampo Editores, 2009. 54 pp.

Quizá la danza como baile poco tenga que ver con las direcciones que propone el tercer libro del poeta Stanley Vega. Al parecer, lo que busca sugerir el título Danza finita es la mudanza o movimiento constante que se registra desde los primeros versos del poemario: un punto de partida motivado por la belleza poética y el deseo erótico. Y es más que probable que “finita” se refiera diminutivamente a lo delicado y sutil, y no tanto a aquello que tiene —con el peso de lo obvio— fin, término o límite.

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jueves, 24 de diciembre de 2009

Circo. Nilo Espinoza Haro. Lima, Fondo Editorial de la UIGV, 2009. 132 pp.

Hay espectáculos que tienen el particular y sobrecogedor germen de lo excepcional. La literatura —aquella república no platónica y, por eso mismo, comprometida con el ejercicio pleno de la verdad estética— es uno de los espacios idóneos en los que se hurga y muestra tales malabares. El circo es otro, aunque su naturaleza subraya una emoción que estriba en la constante amenaza del error y el peligro. Y es justamente en esta cuerda —tensa o floja— que Nilo Espinoza Haro compone Circo, una colección de cuentos cuyo programa mantiene al espectador en vilo.

Embebido por lo literario y lo circense, el autor arremete contra su público con total desparpajo ficcional. En este escenario, hablar de lo real y lo fantástico es irrelevante y aun de mal gusto. Los animales toman la palabra sin que el peso de la fábula se imponga con la consecuente moralina. Los hechos se narran con su naturalidad real y maravillosa, y revelan un mundo fascinante y extremado, sin piruetas ni acrobacias innecesarias.

Con pinceladas oníricas —aparte del colorido clima que crean las ilustraciones de Lorenzo Osores—, el programa avanza sin reveses, y afirmando que se trata de un libro que no busca aplausos fáciles ni sonrisas gratuitas. El verbo preciso de Espinoza Haro persigue hasta la última frase la intensa satisfacción que procura toda pasión llevada a cabo con total mística. Así, tras el ensayo de rigor, dar el salto mortal como metáfora absoluta del riesgo deviene en la más certera forma de vencer a la muerte.

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jueves, 17 de diciembre de 2009

Poetas peruanas de antología. Ricardo González Vigil. Lima, Mascapaycha Editores, 2009. 664 pp.

En estos tiempos de inclusión compulsiva, la rápida ojeada del índice de una antología para constatar quién quedó fuera se convierte en una acción casi fetichista. El ejercicio de elegir un nombre u otro —y, así, adelantarse artificialmente a la selección natural que solo el tiempo decanta con justicia— cumple el propósito de ir contribuyendo a la construcción del canon. Desde esta perspectiva, toda antología aporta, incluso las que son resultado de no muy santas intenciones, pues todas suman, aunque no todos queden.

No es la primera vez que Ricardo González Vigil, investigador y crítico literario, asume un reto de tal naturaleza. Esta vez propone una muestra de noventa poetas, pero lo mejor de Poetas peruanas de antología es que, lejos de evitar el facilismo de juntar textos y presentar escuetamente a cada autora, el antólogo articula a las seleccionadas desde la plataforma de las palabras introductorias, con lo cual el lector consigue apreciar cómo las poetas han ganado un lugar que no es producto de una incómoda ley de cuotas.

Aportes los hay, desde luego. El libro, aparte de ofrecer inéditos y revelar algunas mujeres extraordinarias con una producción rica en temas, invita al lector a constatar que ese momento extraordinario para las poetas que fue la década de 1980 tuvo sólidas raíces, y que las ramas que desde entonces nacieron continuaron con particulares voces y resonancias. Pero, sobre todo, que es más, mucho más que una poética circunscrita al cuerpo y al goce sexual.

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viernes, 27 de noviembre de 2009

Uno rojo. Andrea Cabel. Lima, Colección Underwood-Pontificia Universidad Católica del Perú, 2009. 22 pp.

Sin ánimo de caer en la tentación de definir con rigor teórico la reciente entrega de la poeta Andrea Cabel, Uno rojo, vale sostener sencillamente que se trataría de una obra que aporta con ímpetu a la casi invisible tradición peruana de la microficción. A partir de esto, resulta más sencillo enfrentar (y asumir) una propuesta «narrativa» que hace de lo inenarrable, lo tangencial y lo simbólico una poética bellamente sostenida y plena.

La fragmentada voz de Cabel fluye a través de siete textos (seis prosas y un híbrido poema-libreto) que van cimentando un carácter cada vez más sentido, que no es otra cosa que la superficie literaria idónea para la exploración verbal, bajo el peso metafórico de una realidad escindida e inabarcable. La autora no teme, pues, frasear sin herir con su verdad poética, ni rendirse ante la naturaleza alterada que pincela en su intención de fabular.

El personaje sugerido por Cabel está diluido en una historia regida por los grandes temas. Las reflexiones iniciales advierten del dolor no necesariamente físico de la puesta en escena que anuda, a manera de remate, una historia que resulta difícil —y contraproducente— clasificar de amor. Tan enigmática como el título, la conclusión es un vaivén de voces, un diálogo que aproxima lo leído a la versión definitiva de lo inasible, a través del color de las sombras, quizás el rojo, en una revelación que modifica la perspectiva del lector. Ese es también el color de la supervivencia, y el color de ser y estar vivo.

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viernes, 25 de septiembre de 2009

Cuentos incompletos. Rodolfo Hinostroza. Lima, Lustraeditores, 2009. 277 pp.

Desde el título, Cuentos incompletos es una suculenta invitación que Rodolfo Hinostroza formula con ingeniosa desfachatez: desliza la promesa de un próximo volumen con más cuentos, pero también sugiere un homenaje a la obra abierta, a historias cuya conclusión depende de la experiencia literaria del lector, o del remate trunco como ambigua revelación tras un guiño enchapado con maestría en la frase final. Así, aparte de combinar con equilibro —y con buena estrella— un nada despreciable grupo de ficciones breves con un «sexteto» contundente de cuentos extensos, esta nueva entrega del poeta, gourmet y astrólogo sorprende tanto por su frescura narrativa como por atrapar al lector a partir de la insinuación reiterada y entrelíneas de que lo que se está leyendo ha ocurrido y que es, por tanto, un registro poco trucado de las vivencias del autor.

El libro, dividido en dos grandes apartados —Cuentos Casuales (veintiún relatos), y Cuentos de Extremo Occidente («El Señor de París» más el aludido «sexteto»), que fuera publicado en 2002 por la Serie Ficciones del Fondo Editorial de la PUCP—, separa también los textos breves de los extensos. Esta estructura nada gratuita —y hasta cabalística— propone una complejidad narrativa que va in crescendo. Dejando de lado la prolija factura y variedad temática de Cuentos Casuales, que por su número la sola enumeración de cada título resultaría atentatoria al propósito de este breve espacio, conviene centrar la atención en Cuentos de Extremo Occidente.

Sin duda, «El Benefactor» —con el que obtuvo en 1987 el Premio Internacional de Cuento «Juan Rulfo», otorgado por RFI— es el relato que descuella del conjunto: su vigencia es asombrosa, incluso parece haber añejado muy a su favor en estos veintitantos años, acentuando hasta el paroxismo los límites de la verdad literaria. Y casi en este nivel de virtuosismo están «El muro de Berlín» y «Las leyes del amor»… y quizá «Variante Pasamayo». Luego, «Memorándum» y más lejos «Las memorias de Drácula», que no obstante estar muy bien llevado, no consigue resolver con soltura esta versión socarrona del famoso vampiro rumano.

Quizás el manejo de la verosimilitud —obviamente en los textos de corte realista—, sea la mayor virtud de Cuentos incompletos. Pero, sin duda, la exquisita imaginación e intensidad expresiva constituyen los recursos mejor explotados por Hinostroza, un escritor todoterreno con un pulso creativo que no se desluce a pesar de abordar tan clásicamente todos los tipos de ficción que tolera —y permite— el difícil género cuento.

Reseña impresa