jueves, 14 de enero de 2010

Danza finita. Stanley Vega. Lima, Hipocampo Editores, 2009. 54 pp.

Quizá la danza como baile poco tenga que ver con las direcciones que propone el tercer libro del poeta Stanley Vega. Al parecer, lo que busca sugerir el título Danza finita es la mudanza o movimiento constante que se registra desde los primeros versos del poemario: un punto de partida motivado por la belleza poética y el deseo erótico. Y es más que probable que “finita” se refiera diminutivamente a lo delicado y sutil, y no tanto a aquello que tiene —con el peso de lo obvio— fin, término o límite.

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