jueves, 15 de julio de 2010

En mi callar hay un mundo. Jorge Díaz Untiveros. Lima, Rayuela, 2010. 40 pp.


Para subvertir el orden no basta con ser anarquista o iconoclasta. Jorge Díaz Untiveros opta también por la ironía teñida con cierto brillo lúdico. Esta combinación nociva y fascinante es una bomba verbal diseñada para estallar cuando uno menos lo espera. Así, desde la entrada de En mi callar hay un mundo, titulada “Arte poética”, el autor dinamita sin reparos una de las metáforas más arraigadas de la tradición literaria, dejando atónito a todo tipo de lector, entre espinas y pétalos esparcidos.